La naturaleza no engaña

La naturaleza no engaña, no manipula ni actúa falsamente. Esta es una de las lecciones que se aprende con las 5 Leyes Biológicas de la Naturaleza, especialmente al estudiar la quinta ley biológica descrita por el Dr. Hamer.

Pero, ¿por qué la naturaleza no tiene esa capacidad?

Porque la naturaleza está regida por leyes férreas que jamás desobedece. Por eso, el Dr. Hamer llamó a sus descubrimientos "leyes", no teorías ni dogmas. Observó que la naturaleza es extremadamente disciplinada.

Así, la Nueva Medicina Germánica posee, por primera vez, leyes, algo que comparten otras ramas de la ciencia como la física, la química y las matemáticas.

Antes, la medicina no era una ciencia en el sentido estricto de la palabra, sino más bien una acumulación de teorías, hipótesis y estadísticas, que no la calificaban como una ciencia exacta.

Pero volvamos a la pregunta: ¿por qué la naturaleza no tiene la capacidad de engañar, manipular o actuar de forma política?

Como dijimos, la naturaleza no tiene libre albedrío, como sí lo tiene el ser humano.

Por eso, el hombre sí tiene la capacidad de engañar, manipular, actuar falsamente y mentir.

¿Por qué? Porque el libre albedrío es precisamente la capacidad de actuar en contra de las leyes naturales.

Cuando vemos a un perrito actuar para obtener un pan, no está actuando de forma falsa. Lo que está haciendo es uno de los muchos procesos que la naturaleza ha diseñado para garantizar la supervivencia de la especie.Click aquí para ver el vídeo

El cuerpo físico de un ser humano también está sometido a esas leyes férreas y no tiene libre albedrío, como sí lo tiene el espíritu humano.

Esta es la clave en la Nueva Medicina Germánica: comprender el "pensamiento" biológico para actuar de acuerdo con él, en lugar de luchar contra él.

Cuando denominamos a una célula maligna, es decir, cáncer, estamos cometiendo el error de pensar que algunas de nuestras células son malvadas o malignas, buscando hacer el mal como el "maligno".

Este pensamiento arcaico y medieval de la medicina convencional es equivocado, porque la superstición no tiene cabida en una medicina científica como la que propone la Nueva Medicina Germánica.

Por eso, necesitamos reflexionar sobre este tema, cambiar nuestro paradigma erróneo y reemplazarlo por uno verdadero.