Bárbara Callejón: un testimonio de curación con la Nueva Medicina Germánica

Este es un caso impactante en el que un médico psiquiatra se encontraba impotente ante la enfermedad de su hija, quien padecía un cáncer muy agresivo y tenía solo unos meses de vida. Sin embargo, al descubrir la Nueva Medicina Germánica del Dr. Hamer, logró salvarla. Este caso fue documentado en la CNN, EE. UU. (Ver vídeo más abajo).

Bárbara se iba a morir muy pronto

Por Dr. Fernando Callejón.

Bárbara fue diagnosticada en Junio de 1995 con un sarcoma de Ewing en la mandíbula derecha. La evolución del tumor era tan tórpida (ver foto) que se le pronosticó pocos meses de vida. Se le propusieron quimioterapias agresivas y cirugías muy cruentas. Fue a partir de Barbi que conocí al Dr. Hamer.

Hoy, ya terminada su carrera de sordos, ha comenzado a estudiar canto lírico y día a día sigo aprendiendo de su angelical sabiduría, junto a su mamá y su hermana Flor. Las deformaciones de su mandíbula fueron reintegradas por nuestra Madre Naturaleza (ver foto actual) y su testimonio es un canto a la vida y a la esperanza.

Dr. Fernando Callejón.         

Un día se abrió una ventana

Por Bárbara

«No puedo creer que ya pasaron nueve años del día en que me enfermé.¡Que ironía!, solo me daban tres meses de vida; no puedo entender como una persona y mucho menos un médico se atreve a predecir, con tal grado de crueldad, cual es el final de una vida, cuando ni siquiera nosotros conocemos ese momento. Lo peor es que uno piensa que tienen razón y comienza a vivir los momentos de su vida como si fuesen los últimos, sin pensar que quizás queda mucho por aprender y recorrer.

Es importante saber que solo Dios sabe cuando comienza o termina una vida o una situación o una enfermedad. Y El no lo dice, por que nos conoce y sabe de nuestros temores. Hace nueve años vivía en medio de muertes, pánicos, inseguridades; estaba rodeada de caras que parecía que se despedían cada vez que me veían.

El llanto era una costumbre en mi casa y la desesperación también. La espera era agobiante; cada vez que íbamos a un médico nos encontrábamos con la mala noticia del día, y la angustia llegaría después. La noticia recorrió todos mis lugares cotidianos, el barrio, la escuela, la familia:

“Bárbara se iba a morir muy pronto”. Hasta que un día se abrió una ventana que no esperábamos, un viaje de Fernando a España cambiaria todo lo que hasta ese momento parecía común, la esperanza llegaría a casa de repente y sin avisar, y enseguida nos vimos trabajando y poniendo fuerza para que todo lo que hasta ese momento parecía perdido se recuperara y volviera a vivir.

Con mucha paciencia y tolerancia comenzamos a movernos de tal manera que en poco tiempo la "noticia" se había olvidado y ya no pensábamos cual iba a ser el momento de mi muerte, sino qué tenía que hacer para poder vivir un poco más.

A medida que fue pasando el tiempo, la muerte desapareció y nos encontramos con un nuevo sentimiento, la "sorpresa" ; preguntándonos si en verdad habíamos derrotado a esa enfermedad tan "peligrosa". No podíamos luchar contra los resultados de los análisis ni con los de mi cara que ya casi era normal. Y se terminaron los médicos, los estudios de dos horas, las esperas en las salas y los ataques de miedo. Todo es normal ahora. Solo quedó una secuela en mí, y quedará por el resto de mis días, para siempre, el eterno deseo de servir a Aquel que me dio la vida y que no me la quitó cuando tenía trece años sino que me la regaló con muchas sorpresas, verdades y también dificultades; pero es mía y nadie por más que tenga diploma y se crea "dios" me va impedir luchar y defender lo que Él me dio: vida.

A Dios con todo mi corazón, y a todos los que en este momento están pasando esta dificultad, no pierdan la fe por que Él es fiel en completar la buena obra que empezó en vos el día que te dio vida».

Bárbara         

Fuente: Fernando Callejón - La Lupa De La Nueva Medicina - Apéndice 9 - Página 129

Dr. Fernando Callejón en CNN









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