Sobre la lectura de los Focos de Hamer en tomografías

En el mundo, hay pocas personas que son expertas en la interpretación de tomografías cerebrales para identificar los Focos de Hamer. Es importante destacar que estas deben realizarse mediante tomografía axial computarizada (TAC) sin contraste. Además, se entiende que los tomógrafos actuales suelen tener filtros instalados que dificultan la visualización de un Foco de Hamer en su fase activa (Fase CA), caracterizada por círculos concéntricos de naturaleza electromagnética.

Aparte de que las tomografías no son económicas, es relevante mencionar que tanto las tomografías computarizadas (TACs) como las radiografías emplean radiación ionizante. Esto significa que ambas exponen al cuerpo a radiación. Sin embargo, las TACs utilizan una dosis mucho mayor que una radiografía estándar, debido a la complejidad y el nivel de detalle de las imágenes que producen.

¿Cuál es la equivalencia entre una tomografía cerebral y una radiografía de tórax?

Una tomografía cerebral equivale, como mínimo, a unas 20 radiografías de tórax en términos de exposición a radiación.

La exposición a radiación se mide en milisieverts (mSv). Una comparación aproximada es la siguiente: • Radiografía de tórax: 0.1 mSv • TAC de cerebro: 2 mSv

Conclusión: si las tomografías pueden evitarse, es mejor hacerlo. Por fortuna, la primera ley establece una relación fundamental entre:

el Cerebro - el Órgano - la Psiquis.

Estos tres eventos ocurren de manera simultánea. Por lo tanto, si se conocen dos de ellos, es posible inferir el tercero.

Ejemplo:

Si el SBS (Programa especial biológicamente sensato) impacta en los conductos galactóforos y se sabe que psicológicamente está relacionado con un conflicto biológico de separación o pérdida de un ser querido (hijo, madre, padre, etc.), entonces se puede concluir que el Foco de Hamer impacta en la corteza cerebral (masa gris).