Hamer-"Legado" 2.7: El milagro de la creación

El Dr. Hamer, en el «Legado de una Nueva Medicina», tomo 2, cap. 7, explica que muchos científicos naturales son vistos como ateos por no creer en figuras religiosas como Moisés, Jesús o Mahoma, aunque en realidad lo que pasa es que ellos desconfían de los fieles fanáticos que creen ciegamente, basando argumentos en versículos religiosos sin comprender su contexto real.

Pero ningún científico serio puede negar el verdadero milagro de la creación o de la vida. Para evitar fanatismo religiosos se podría entonces llamar al Creador del soplo de vida: el "padre todopoderoso Odín". De esta manera se eliminaría la necesidad de creer ciegamente, ya que un dios así ya sería completamente lógico.

Escribe el Dr. Hamer:

«Si, nosotros, los humanos, tuviemos el privilegio de descubrir 5 Leyes Biológicas de la Madre Naturaleza. También podemos decir que este "Odin" nos permitió reconocer estas 5 Leyes Biológicas de la Naturaleza.

Hamer explica que el feto y el embrión también pueden experimentar conflictos biológicos:

«El feto (ser humano no nacido después de la octava semana de embarazo) puede sufrir conflictos biológicos, es decir, activar programas especiales (SBS) que antes llamábamos enfermedades.

Incluso el embrión (fruto en el vientre materno hasta la octava semana de embarazo) puede sufrir tales conflictos, y lo hace con los mismos contenidos conflictivos que, por ejemplo, un ser humano adulto: inicialmente conflictos arcaicos controlados por el cerebro antiguo, y más tarde, con el avance del embarazo, también los conflictos mesodérmicos controlados por la sustancia blanca del cerebro, y finalmente los conflictos biológicos ectodérmicos controlados por la corteza cerebral. Tenemos muchos ejemplos prácticos, respaldados con tomografías computarizadas cerebrales, de recién nacidos.

Después de la primera y segunda división celular (es decir, en el estadio de 4 células), las células aún son "totipotentes", lo que significa que si se separan las 4 células, podrían formarse 4 gemelos idénticos o cuatrillizos. Después de esto, las funciones de las células comienzan a definirse para el futuro.

Si volvemos al óvulo fertilizado (cigoto), entonces, en principio, toda la información para todos los programas especiales, es decir, para todos los comportamientos (véase la investigación del comportamiento) también en caso de programas especiales, debe estar almacenada en esa única célula, probablemente en la disposición del ADN y ARN (ácido desoxirribonucleico o ácido ribonucleico) así como en la disposición de los aminoácidos proteicos».

El cigoto (óvulo fertilizado) posee todos los SBS

Dice el Dr. Hamer:

«Si todos los humanos y animales llevan a cabo sus programas especiales de acuerdo con estas 5 leyes biológicas, entonces está claro que esta primera célula fertilizada debe contener, por así decirlo, el gigantesco disco duro de nuestra computadora, ¡nuestro organismo! Por cierto, también hay muchas evidencias de que incluso nuestras células diferenciadas de los órganos contienen todavía toda la información de todos los programas especiales.

El milagro radica, entre otras cosas, probablemente en la disposición del ADN y en que los seres vivos altamente diferenciados aún hoy en día -desde hace cientos de millones de años- siguen, entre otras cosas, el código de las 5 leyes biológicas que ya estaban implementadas y almacenadas en la célula primigenia, aunque no tan diferenciadas como lo están ahora en todas las coloraciones de los conflictos biológicos, pero en principio ya presentes entonces.

Este milagro no necesita ser creído, es demostrable, está a la vista y tampoco es negado por ninguna persona inteligente. ¡Este milagro es maravillosamente claro!

Considero que el verdadero milagro de la creación es que la Madre Naturaleza aparentemente ya tenía su concepto completo para los siguientes cientos de millones de años con la célula primordial. Cuántos cientos de millones de años pudo haber tomado realizar este acto de creación de la célula primordial sigue siendo un gran misterio. Es probable, sin embargo, que toda la evolución, que describimos en nuestros libros de texto, solo pudo comenzar una vez que el programa de la célula primordial fue perfeccionado. E incluso las variaciones del "concepto primordial", como me gusta llamar a esta creación, ya debieron haber sido planificadas de antemano.

Porque la bifurcación entre las plantas y la división evolutiva entre los animales/humanos, por un lado, y las plantas, por el otro, probablemente comienza ya con la célula primordial, al menos en el llamado "estado de gástrula", en el que se forman las tres capas germinales. Y esto ocurre al final de la primera semana de embarazo, es decir, una semana antes de que la mujer sepa con certeza, por la ausencia de su período, que está embarazada, es decir, una semana después de la concepción. Porque la primera célula de una planta y la de un humano o un animal no se diferencian en su composición bioquímica.

Sabíamos que la célula primordial contiene el código para el desarrollo del ser vivo. Eso ya es un inmenso milagro. Eso significaría que el plan del arquitecto para una casa está codificado. Pero que en una sola célula también estén programadas las leyes naturales para los programas biológicos especiales con sentido es casi incomprensible. Y que estos programas especiales, que debieron haber sido concebidos para organismos unicelulares, todavía sean válidos para cada ser vivo, por complicado que sea, incluidos los humanos y los delfines, aún más inteligentes, es un milagro de la creación. Incluso las variaciones de los programas especiales ya están al menos programadas en principio. Por variaciones me refiero, por ejemplo, a la diferencia en la proliferación y la pérdida celular en la fase activa de conflicto, diferente según la capa germinal».

La ciencia nos libera de lo "benigno" y "maligno"

El Dr. Hamer explica que la concepción de los judíos del Antiguo Testamento (adoptada de la religión zoroastrista persa antigua) impidió, por ejemplo, el avance de la medicina, ya que los investigadores actuales distinguieron obsesivamente entre "benigno" y "maligno", algo que simplemente no existe en la naturaleza.

Dice el Dr. Hamer

«¿Qué tendría, por favor, este milagro de la creación, en el que no solo la evolución completa, sino también las 5 leyes naturales de la Nueva Medicina ya están programadas en la célula primordial, que ver con malignidad o benignidad? La Nueva Medicina también nos liberará de estos caminos erróneos y nos llevará de regreso a la religión natural, la concepción natural de la divinidad o, digamos también, al entendimiento natural de la Madre Naturaleza».

Fuente: «Legado de una Nueva Medicina», tomo 2, cap. 7

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