Lupus erimatoso
La medicina convencional (MC) lo denomina como lupus eritematoso sistémico (LES) y considera que es una enfermedad autoinmune crónica que podría afectar diversas partes del cuerpo, incluyendo la piel, las articulaciones, los riñones, el corazón, los pulmones, los vasos sanguíneos y el cerebro. Además se supone que el sistema inmunológico ataca los tejidos y órganos sanos, lo que provoca inflamación, dolor y daño.
Oficialmente, la medicina convencional no conoce la causa del lupus, pero especula que se trata de una combinación de factores genéticos, ambientales y hormonales. Considera las teorías de ciertas variaciones genéticas podrían predisponer a las personas a desarrollar lupus, y los desencadenantes ambientales como infecciones, la luz solar, el estrés y ciertos medicamentos pueden activar la respuesta inmune.
En otras palabras solo hay hipótesis respecto a la causa.
Síntomas
No hay una definición exacta de los síntomas que asegure que la persona sufra de lupus. Todo depende del criterio del médico que observa los síntomas. Estos pueden variar ampliamente entre las personas y pueden aparecer y desaparecer con el tiempo.
Los síntomas comunes incluyen:
1. Fatiga
2. Dolor y rigidez en las articulaciones
3. Erupciones cutáneas, especialmente en la cara (como la característica erupción en forma de mariposa en las mejillas y la nariz)
4. Fiebre
5. Dolor en el pecho
6. Pérdida de cabello
7. Fotosensibilidad (sensibilidad a la luz solar)
8. Úlceras en la boca o en la nariz
9. Ganglios linfáticos inflamados
10. Fenómeno de Raynaud (los dedos de las manos o de los pies se ponen blancos o azules en respuesta al frío o al estrés)
La dificultad del diagnóstico para la medicina convencional
El diagnóstico del lupus puede ser difícil porque sus síntomas pueden imitar los de otras condiciones. Los médicos suelen deducir en base a una combinación de historia clínica, examen físico, análisis de sangre (como pruebas de anticuerpos asociadas con el lupus) y, a veces, estudios de imágenes para diagnosticar el lupus.
Tratamiento en la medicina convencional
No hay tratamiento, solo se busca controlar los síntomas, minimizar los brotes y prevenir el daño orgánico. A menudo implica una combinación de medicamentos, incluidos los antiinflamatorios no esteroides (AINE), corticosteroides, medicamentos antipalúdicos, inmunosupresores y terapias biológicas.
Muchos de estos medicamentos tienen efectos colaterales que podrían afectar negativamente al paciente.
Se aconseja modificaciones en el estilo de vida como la protección solar, el ejercicio regular y el manejo del estrés que quizás podrían ayudar a controlar la enfermedad.
Dado que el lupus es una condición crónica, generalmente se necesita atención médica continua y monitoreo para controlar los síntomas y prevenir complicaciones. Los planes de tratamiento suelen adaptarse a las necesidades individuales y pueden necesitar ajustarse con el tiempo según la actividad de la enfermedad y la respuesta al tratamiento.
La curación
Hasta el momento, la medicina convencional no conoce una cura definitiva para el lupus.
Sin embargo se seguirá realizando investigaciones para ver si se mejora la comprensión del lupus.
El lupus según la Nueva Medicina Germánica
El Lupus Eritematoso Sistémico (LES) es considerado como un síndrome que podría afectar la piel, los riñones, vasos sanguíneos, etc. Cada manifestación orgánica en el tejido tiene que ser considerado en forma individual y buscar resolver el conflicto biológico en caso dado.
En esta imagen siguiente vemos tanto un caso de rosácea (imagen de la izquierda) como de lupus eritematoso (imagen de la derecha) en donde se manifiestan erupciones cutáneas que aparecen en la nariz, el mentón y las mejillas.
El conflicto se vive como una separación “de la cara”, ya sea por la pérdida de contacto o por querer separarse (“¡sal de mi cara!”). Los granos llenos de pus (aquí con rosácea) involucran la dermis y están vinculados a un conflicto de desfiguración, generalmente causado por la condición de la piel en sí.
Sin embargo, el lupus no se limita únicamente en la cara sino que puede afectar varias partes del cuerpo. Si bien es cierto que algunos pacientes con lupus pueden experimentar erupciones cutáneas en la cara, como la característica "erupción en forma de mariposa" que aparece en las mejillas y el puente de la nariz, el lupus puede afectar también otras áreas de la piel y diferentes órganos y sistemas del cuerpo.
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