Caso real: La gripe

Por Carlos Martínez.

«Tengo un amigo que conocí mientras trabajaba en los Estados Unidos. Siempre pasaba por su negocio para usar el baño y platicar un rato. Ya le había hablado de la NMG y, como siempre, me escuchaba, pero lo visualizaba desde el punto de vista del cáncer, así que siempre las referencias eran pensando en algún amigo que le pudiera servir y, como él no tenía cáncer, pues no le vio utilidad. Me imagino que la mayoría de la gente lo ve así.

En una ocasión, él estaba ocupado preparando unos burritos (comida mexicana) y tenía una fuerte gripe. Cuando me ve, me dice: "Ayer me enfermé". Entonces le comenté: "No, ayer te salieron los síntomas. Lo que te enfermó debió haber ocurrido antes de ayer. ¿No hubo algo que te haya asustado y que luego se haya resuelto?".

Y sorprendido me dice: "Sí, me recuerdo que ese día, antes de abrir, mi hermano me llamó por teléfono y me pidió que lo fuera a recoger, allá, a un lugar lejísimo y, pues, fui. Cuando lo recogí y conducíamos por la carretera, en eso veo que se me pega, por detrás, una patrulla y me dije a mí mismo: 'Este me va a fastidiar'. Así que cambié de carril y en eso, la patrulla me prende las sirenas. No te digo que sentí que se me bajaba la sangre, pues había olvidado la licencia y pensé que me iban a quitar el carro. Cuando la policía me pregunta por los papeles, le entrego el registro y le pregunto: "¿Qué hice mal, oficial?"; y me dijo: "Nada, solo es rutina" y de ahí no pasó nada y me dejó ir. Ya al llegar al negocio y abrirlo, solo pensaba y pensaba en lo ocurrido y sentí esa sensación en la garganta".

Entonces le expliqué a mi amigo que eso fue lo que le causó la gripe y no ningún virus. Le dije: "Al tú ver la patrulla que se ponía detrás de ti, como nosotros diríamos, 'te olías que venían por ti', cuando te detuvo, entonces ese fue el conflicto que se activó, así que no necesitas ningún antigripal, solo deja que el cuerpo termine su trabajo y listo".

A partir de ahí empezó a preguntarme por esto y por aquello, mi credibilidad había ido en aumento. Después de un tiempo, un día me dice: "Oye, ¿por qué los testículos se hinchan? Mi hermano menor me dijo ayer que ya hasta está caminando de lado de lo que se le están hinchando. Entonces le pregunté si había tenido un susto y dice que no. ¿Qué será?"

Lo bueno es que el conflicto sí lo sabía, a decir, se trata de un "conflicto de gran pérdida".

Y le dije: "Bueno, tu hermano, ¿no será que recientemente ha perdido a algún familiar, o, a un amigo que haya querido mucho o quizás una mascota?" Nunca olvidaré su rostro, cuando abrió los ojos de sorpresa y me dijo: "¡Su gata!, su gata se extravió la semana pasada y ha estado llorando todas las noches, ni te imaginas."

Le dije "¡Eso!", eso es lo que lo enfermó. Entonces me preguntó: "¿Y qué se puede hacer?" Le sugerí: "¡Regálale otra gata, lo más parecida posible!". Dijo: "Mañana mismo, antes de venir a trabajar, se la voy a comprar". Le aclaré que no se asustara si el testículo se ponía muy grande, que no fuera al doctor porque serían capaces de mandarle a hacer una biopsia y de ahí no los paran".

Bueno para no hacerles cansado el cuento, a los dos días ya había vuelto a la normalidad y estaba encantado con sus nuevos gatitos, porque le compró dos.

El punto aquí fue, y eso lo estoy viviendo más seguido ahora con otras personas, es que mi credibilidad ha ido mucho más allá, una vez cuando les demuestras que la NMG siempre funciona desde una simple gripe hasta un temible cáncer».

Fuente: http://gnm-vistadesdelacalle.blogspot.com/2010/09/cura-primero-una-gripe-y-ayudaras-curar.html

Comentarios

Entradas más populares de este blog

NMG: Colon ascendente, transverso y descendente

Dr. Hamer: La vacuna tiene nanochips

El desarrollo madurativo